Esta mesilla la compré en una tienda de muebles de segunda mano. Este era su estado cuando la traje a casa:
Como véis por su estado, la mesilla necesitaba mucho trabajo para conseguir un buen acabado acorde con la decoración del sigo XXI. Tuvo que pasar por un proceso de lijado, imprimación, pintura, cera y un toque en plata en el tallado de las patas, para conseguir el resultado que os muestro a continuación:
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